En el legado de Blanca Gaete Vergara florecen semillas de amor eterno, coraje incansable y gratitud sincera. Su luz brilla en los corazones de quienes abrazan la resiliencia con valentía, recordándonos que la paz verdadera habita en la esperanza inquebrantable. En cada amanecer, sus huellas de bondad nos guían a través de los valles de la vida, recordándonos que el amor es el tesoro más preciado que perdura en la eternidad. Que su memoria sea un faro de luz y consuelo, inspirándonos a abrazar con valentía cada nuevo amanecer con renovada esperanza.
Publicado en el archivo
20 de julio de 2019