En el legado de Berta Serrano Fernández de Meza encontramos un faro de amor eterno, un testimonio de coraje y gratitud que germina en nuestros corazones. Que su resiliencia sea nuestro faro en la tormenta, su paz el refugio en la adversidad. Honremos su vida abrazando la nuestra con valentía, cultivando la esperanza que ella sembró en cada sonrisa. Que la memoria de su bondad nos inspire a vivir con propósito y generosidad, recordando que incluso en la oscuridad más profunda, la luz del amor resplandece. ¡Sigamos adelante con amor y esperanza en nuestros corazones!
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29 de enero de 2020