Que la luz de la valentía y la resiliencia de Berta Sanhueza Ferrer ilumine nuestros corazones, recordándonos que el amor y la gratitud son semillas de esperanza que florecen en medio de la adversidad. En su memoria, abracemos la paz interior que nos fortalece y nos guía en nuestro camino. Que su legado nos inspire a seguir adelante con coraje, recordando que cada día es un regalo lleno de oportunidades para crecer y compartir amor. Mantengamos viva su esencia en nuestros pensamientos y acciones, construyendo un mundo mejor desde la compasión y la bondad.
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24 de febrero de 2020