Que la luz brillante del amor y la gratitud iluminen nuestros corazones, recordándonos la valentía y resiliencia de Bernardo Werth Wallmeier. En su memoria, cultivemos la paz interior que nos guíe por senderos de esperanza y superación. Cada latido, una melodía de gratitud; cada paso, un acto de coraje. Así, abracemos la vida con la certeza de que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio. Que la memoria de Bernardo sea semilla de inspiración, floreciendo en nuestros corazones con fortaleza y serenidad. ¡Sigamos adelante, regando con amor cada nuevo amanecer!
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21 de mayo de 2024