En el jardín de la vida, las semillas que sembramos con amor y humildad florecen en serenidad eterna, recordándonos que en cada despedida hay un nuevo comienzo lleno de esperanza y luz. Que la memoria de Bernardita Perelló Valdeavellano sea el faro que guíe nuestros pasos con bondad y gratitud, recordándonos que en cada pequeño gesto de amor encontramos fuerza para seguir adelante. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía y a sembrar semillas de esperanza en cada rincón del mundo, sabiendo que el amor perdura más allá de la despedida.
Publicado en el archivo
20 de mayo de 2019