En memoria de Berenice Tello de Chomon, recordemos que en cada amanecer hay un destello de amor que nos impulsa a seguir adelante con coraje y resiliencia. En cada desafío, encontremos la fuerza para agradecer lo vivido, transformando el dolor en aprendizaje y la tristeza en gratitud. Que la paz interior nos guíe en este camino incierto, recordándonos que la luz siempre encuentra su camino para iluminar incluso las noches más oscuras. Que cada lágrima derramada se convierta en un río de esperanza, renovando nuestro espíritu para abrazar la vida con valentía y amor inquebrantable.
Publicado en el archivo
20 de octubre de 2019