Que la luz del amor eterno que ARNALDO FIGUEROA ÁLVAREZ compartió ilumine nuestros corazones, infundiéndonos coraje para abrazar la resiliencia en tiempos de adversidad. Que en medio de la tristeza encontremos gratitud por haber compartido momentos preciosos juntos, recordando su legado con paz en el alma. Sigamos adelante con la certeza de que su espíritu perdura, guiándonos en la senda de la esperanza y la bondad. En cada latido, en cada suspiro, encontremos fuerza para abrazar la vida con amor y compasión, honrando su memoria con nuestro propio brillo único.
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13 de marzo de 2024