Que la luz del amor de Angelina ilumine nuestros corazones, recordándonos el coraje y la resiliencia que demostró en vida. A pesar del dolor, su legado nos enseña a abrazar la gratitud por cada momento, y a encontrar paz en la esperanza de un mañana lleno de amor y felicidad. Que su recuerdo nos inspire a seguir adelante con valentía y compasión, sabiendo que su espíritu permanece vivo en cada acto de bondad que compartimos. En su honor, sigamos el camino con fe y amor, sabiendo que ella siempre estará presente en nuestros corazones.
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8 de febrero de 2024