En memoria de Angélica Ovalle Reyes, recordemos que el amor infinito que nos dejó es la luz que ilumina nuestro camino en los momentos de oscuridad. Su coraje y resiliencia nos inspiran a abrazar cada día con gratitud, transformando el dolor en fuerza para seguir adelante. Que en su recuerdo encontremos la paz necesaria para sanar nuestras heridas y recordar que, aunque su presencia física ya no esté, su amor perdurará por siempre en nuestros corazones. Sigamos adelante con esperanza, sabiendo que su espíritu vive en cada acto de bondad que realizamos.
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11 de febrero de 2024