En la memoria de Ana Ruiz Ossa de Valdés, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivan la paz en cada corazón. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a abrazar la vida con esperanza, sabiendo que en los momentos de oscuridad, la luz siempre encontrará un camino para brillar. Que cada lágrima derramada se convierta en un recordatorio de nuestra fortaleza interior y de la belleza de la vida. Sigamos adelante con valentía y amor, recordando que cada día es un regalo que merece ser vivido con plenitud y gratitud.
Publicado en el archivo
30 de octubre de 2019