Que la luz del amor que ANA MARÍA LAVÍN LAVÍN sembró en cada corazón perdure como guía en tiempos de oscuridad, recordándonos el coraje para seguir adelante con resiliencia. Aprendamos de su legado de gratitud, cultivando la paz interior que nos permite abrazar la vida con esperanza inquebrantable. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos la fuerza para seguir caminando con bondad en nuestros gestos y alegría en nuestros sueños. ANA MARÍA LAVÍN LAVÍN vive en el eterno recuerdo del amor que compartió, inspirándonos a ser luz en un mundo que agradece nuestra existencia.
Publicado en el archivo
16 de marzo de 2024