En la memoria de Ana María Emilia Nazar Melej, recordemos su amor inquebrantable, su coraje inspirador y su resiliencia inquebrantable. Que podamos encontrar paz en la gratitud por haber compartido momentos preciosos con ella, y que su luz siga guiándonos en nuestros días difíciles. En su honor, abracemos la vida con valentía y esperanza, sabiendo que el amor perdura más allá de la distancia. Que su legado nos recuerde la belleza de cada momento y nos inspire a vivir con propósito y bondad. Que en nuestros corazones florezca la flor de la esperanza, siempre.
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28 de junio de 2019