En el jardín de la memoria florecen las semillas de amor y gratitud que sembró Ana de las Nieves, recordándonos la belleza de la vida. Su coraje y resiliencia brillan como estrellas en la oscuridad, guiándonos hacia la paz interior. Que su ejemplo de bondad y valentía inspire nuestros corazones a seguir adelante con esperanza y generosidad, transformando la tristeza en luz y el dolor en comprensión. En cada recuerdo, en cada sonrisa, en cada lágrima de nostalgia, perdura su legado de amor inquebrantable. Que su luz siga brillando en el firmamento de nuestras vidas.
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26 de abril de 2020