Que la luz del amor que Amalia compartió con el mundo, ilumine nuestros corazones en momentos de oscuridad. Que su coraje inspire nuestra resiliencia y su ejemplo de gratitud nos recuerde la belleza de cada día. Que en paz descanse, sabiendo que su legado de esperanza vive en cada uno de nosotros, recordándonos que en cada amanecer hay una oportunidad de renovar nuestra fe en la vida. Que su memoria nos impulse a abrazar con amor y valentía nuestro propio camino, confiando en que el amor siempre prevalece y la esperanza nunca se agota.
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6 de abril de 2024