En el legado de Alicia del Carmen Leiva Jeldes, encontramos un faro de amor inquebrantable, que nos guía con coraje ante las tormentas. Su memoria nos invita a cultivar la resiliencia, a abrazar la gratitud por cada instante vivido y a hallar paz en el infinito rincón de nuestros corazones. Sigamos adelante con la certeza de que en los recuerdos más dulces reside el poder de transformar el dolor en fuerza, la tristeza en esperanza. Que su luz perdure en nosotros, recordándonos siempre que el amor es el hilo dorado que une cada paso del camino.
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7 de enero de 2024