En la memoria de Alejandro Sieveking Campano, recordemos que el amor puede sanar las heridas más profundas y el coraje nos lleva a superar cualquier adversidad. Seamos resilientes ante la tormenta, cultivando la gratitud por cada rayo de luz que brilla en nuestro camino. Encontremos paz en los momentos de calma, sabiendo que la esperanza nos sostiene en los días grises. Que su legado nos inspire a vivir con pasión y compasión, extendiendo una mano amiga a quienes lo necesitan. Sigamos adelante con fe en el corazón y la certeza de que cada nuevo amanecer nos ofrece una oportunidad para comenzar de nuevo.
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7 de marzo de 2020