En el legado de Alejandro Antonio Parodi Avendaño vive la llama eterna del amor incondicional, la valentía indomable y la resiliencia inquebrantable. Que su luz ilumine nuestros caminos, recordándonos la importancia de vivir con gratitud, cultivar la paz interior y abrazar cada momento con esperanza inquebrantable. Que su recuerdo nos fortalezca en los momentos oscuros y nos inspire a seguir adelante con fe en nuestro corazón. Que su memoria sea un canto de vida, recordándonos que el amor perdura más allá de la despedida. ¡Sigamos adelante con la certeza de que su espíritu vive en cada latido de nuestro ser!
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24 de febrero de 2024