En memoria de Alejandra Tapia Ponce, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que germinan en el alma, cultivando coraje y resiliencia en nuestros corazones. Que su luz ilumine nuestros caminos, recordándonos que en la paz encontramos fuerza para seguir adelante. Cada paso que damos es un tributo a su memoria, una invitación a abrazar la vida con renovado propósito y esperanza. Que la memoria de Alejandra nos inspire a ser compasivos, valientes y agradecidos, recordando siempre que el amor es eterno y que su legado perdurará en el amor que sembró.
Publicado en el archivo
29 de enero de 2020