En el legado de Alberto Palacios Greene perdura un faro de amor y coraje, guiándonos hacia la resiliencia y la paz interior. Que en su memoria encontremos gratitud por las lecciones de vida compartidas, y abracemos el mañana con valentía y esperanza. Cada lágrima derramada es un testimonio de nuestro amor profundo, y cada sonrisa es un rayo de luz iluminando nuestro camino. Sigamos adelante con la certeza de que en cada momento de incertidumbre, reside la oportunidad de crecer y amar con mayor intensidad. ¡Que la memoria de Alberto nos inspire a vivir con plenitud y propósito!
Publicado en el archivo
22 de junio de 2019