Con el amor como guía, recordamos a Alba del Carmen Rivas Blas, ejemplo de coraje y resiliencia. Que su legado de gratitud ilumine nuestros caminos, recordándonos que en la oscuridad se esconde la semilla de la esperanza. En cada suspiro, en cada latido, encontremos la fuerza para seguir adelante, abrazando la vida con valentía y fe. Que la paz del recuerdo nos fortalezca y nos inspire a ser mejores, a amar más profundamente y a cultivar la esperanza en cada rincón de nuestro ser. ¡Sigamos adelante, con amor y esperanza en nuestros corazones!
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21 de enero de 2020