Que la luz del amor que Adriana irradiaba siga iluminando nuestros caminos, recordándonos que el coraje y la resiliencia son la fuerza que nos sostiene en tiempos difíciles. Que su legado de gratitud por la vida nos inspire a valorar cada momento, y que en su memoria encontremos la paz que necesitamos para seguir adelante con esperanza. Que su espíritu perdure en nuestra memoria, recordándonos que el amor es el puente que une los corazones, la fuerza que nos impulsa a seguir adelante, y la esperanza que nos guía hacia un futuro lleno de luz y bondad.
Publicado en el archivo
18 de enero de 2020