En el suave murmullo de la brisa, Carmen Rosa Polanco Sandoval vive ahora, envolviéndonos en amor y gratitud eterna. Sus días nos recuerdan que la vida es un tesoro precioso, que el coraje y la resiliencia son poderosas alas que nos elevan a la paz interior. Que la luz de su memoria guíe nuestros caminos con esperanza renovada, inspirándonos a abrazar cada instante con amor inquebrantable. Que su legado florezca en nuestros corazones, recordándonos siempre la belleza de la vida y la fortaleza de nuestro espíritu.
Sus funerales se realizaron ayer miércoles 27 de mayo, a las 16:00 horas, en el Cementerio Parque del Recuerdo Padre Hurtado, Peñaflor.