Que la luz del amor que Teresa Echeverría Eguiguren irradiaba siga iluminando nuestros corazones, recordándonos la importancia de ser valientes en los momentos difíciles. Su legado de resiliencia nos enseña a encontrar la paz en medio de la tormenta, y su espíritu de gratitud nos invita a apreciar cada pequeño momento de la vida. Sigamos adelante con esperanza, llevando en nuestros pensamientos su amor inquebrantable. En cada amanecer, encontremos fuerza para abrazar el día con amor y compasión, sabiendo que su luz sigue brillando en cada uno de nosotros.
Consejo de Rectoría Universidad de los Andes