Que la luz del amor infinito que Erasmo Gabriel Caballeria Baeza sembró en cada corazón, sea el fuego que avive la llama de la esperanza en los momentos oscuros. Que su coraje inspire la resiliencia en cada alma, recordándonos que en la gratitud encontramos fuerza para seguir adelante. En su memoria, abracemos la vida con valentía, cultivando la paz que solo el amor verdadero puede ofrecer. Que su legado nos guíe en el camino, recordándonos que cada día es una oportunidad para regalar bondad al mundo y encontrar la belleza en la sencillez de la existencia.
Sus funerales se realizaron ayer lunes 25 de mayo en Cementerio Metropolitano.