En el jardín del corazón, las semillas plantadas por Rafael florecen con amor eterno, inspirando coraje y resiliencia en nuestro caminar. Recordemos su luz como un faro de esperanza, recordando siempre que en la gratitud encontramos paz y fortaleza para seguir adelante. Que su legado nos enseñe a abrazar la vida con valentía y compasión, nutriendo nuestros sueños con la sabiduría del amor incondicional. En cada paso, en cada suspiro, recordemos a Rafael con cariño, honrando su memoria con la certeza de que el amor perdura más allá de las estrellas.
Compañía Pesquera Camanchaca S.A.