En el jardín de la vida florecen recuerdos llenos de amor, sembrados por la valentía y la resiliencia de María Nieves. Que su legado de gratitud por cada amanecer nos inspire a abrazar la paz interior, a cultivar esperanza en tiempos de incertidumbre y a ser faros de luz en la oscuridad. Que el canto del corazón nos recuerde que el amor perdura más allá de la distancia. Que en cada suspiro encontremos fuerza para seguir adelante con fe, recordando que en el universo del amor no hay despedidas, solo transformaciones.
Sus funerales se efectuaron el 19 de mayo en el Cementerio Parque del Recuerdo Vespucio, Huechuraba.