Que el amor que Olga del Carmen Araya Bahamondes compartió con el mundo siga iluminando nuestras vidas, recordándonos la importancia de amar incondicionalmente. Que su coraje nos inspire a enfrentar nuestros desafíos con valentía y determinación. Que su resiliencia nos enseñe a levantarnos después de cada caída, más fuertes y sabios. Que su gratitud por la vida nos haga apreciar cada pequeño milagro que nos rodea. Que en la paz de su recuerdo encontremos consuelo y serenidad, sabiendo que su luz brillará siempre en nuestros corazones.
Sus funerales se efectuaron el 18 de mayo en el Cementerio General.