En la memoria de María Eugenia Saúl Urquieta, recordemos su amor sincero, coraje inquebrantable, resiliencia admirable y gratitud infinita. Que su luz brille en nuestros corazones, recordándonos que la paz interior es un tesoro precioso que guía nuestro camino. A través del amor y la esperanza, podemos encontrar fuerza para seguir adelante, abrazando cada día con valentía y gratitud. Que su legado nos inspire a vivir con bondad y compasión, recordando que incluso en la oscuridad, siempre podemos encontrar un rayo de luz que nos muestra el camino hacia la felicidad y la paz interior.
Su funeral se efectuará hoy, en forma privada, en el Cementerio General. Sus restos están siendo velados en su domicilio (Eliecer Parada 1927, Ñuñoa).