Que el amor incondicional que Manuel Jesús Álvarez compartió ilumine nuestros días, que su coraje nos inspire a seguir adelante con resiliencia. Agradezcamos por haber cruzado caminos con él y aprendamos a abrazar la vida con gratitud. En su memoria, busquemos la paz interior que tanto anhelaba, recordando que cada día es una oportunidad para amar, crecer y encontrar la luz en medio de la oscuridad. Que su legado nos enseñe a valorar cada instante y a abrazar la esperanza con un corazón lleno de bondad y compasión.
Sus funerales se realizaron ayer lunes 18 de mayo en el Cementerio Parque del Recuerdo, Huechuraba, en una ceremonia privada.