En el jardín de la vida, recordemos a Guillermo Peña y Lillo Mora con gratitud por el legado de amor y coraje que nos dejaron. Que su ejemplo nos inspire a abrazar la resiliencia en tiempos de adversidad, cultivando la paz en nuestros corazones y sembrando semillas de esperanza en cada paso. Sigamos adelante con valentía, recordando que en la oscuridad siempre hay una luz que nos guía. Que la memoria de Guillermo Peña y Lillo Mora nos recuerde que el amor perdura y que la esperanza siempre florece, incluso en los momentos más difíciles.
Su funeral se realizó privadamente el día de ayer.