Que la luz del amor que María López Limmer sembró en su camino siga brillando en los corazones de quienes la conocieron. Que su coraje y resiliencia inspiren a enfrentar cada desafío con valentía. Que su ejemplo de gratitud nos recuerde valorar cada momento. Que encuentren paz en la certeza de que su legado perdura en cada acto de bondad y compasión. Que en los días más oscuros encuentren consuelo en la esperanza, sabiendo que el amor es eterno y nos guía en la oscuridad. Que su memoria sea un faro de luz en la noche.
Su funeral se realizará privadamente en el Cinerario del Parque del Recuerdo Vespucio.