Que la luz del amor y la gratitud que Arnoldo Eduardo Schaffner Meeder sembró en cada corazón ilumine nuestro camino, infundiendo coraje en nuestros momentos de duda y resiliencia en nuestras pruebas más difíciles. Recordemos su legado con paz en el alma y esperanza en el horizonte, sabiendo que el amor perdura más allá de las despedidas. Sigamos adelante con valentía, cultivando cada día la semilla del cariño y la bondad en nuestro entorno, sabiendo que el amor es eterno y que su luz brilla en cada amanecer.
Sus funerales se efectuaron en forma privada el 14 de mayo en el Cementerio Parque del Recuerdo, Huechuraba.