En el jardín de la vida, las flores que Eduardo sembró con amor y bondad seguirán floreciendo para recordarnos que la serenidad y la humildad son semillas que perduran por siempre en los corazones que tocaron. Que su legado ilumine nuestros caminos, recordándonos que en cada petaló, en cada suspiro, en cada acto de amor, está presente su esencia, guiándonos hacia un mañana lleno de esperanza y compasión. En su memoria, encontremos fuerza para abrazar la belleza de lo efímero, y recordar que en cada puesta de sol, hay un amanecer esperándonos con nuevos colores y promesas.
Sus funerales se realizaron ayer en el Cementerio Parque del Recuerdo.Comunidad Edificio Las Hualtatas 5475