En honor a Patricio Fernández Hernández, recordemos que la vida nos invita a abrazar con valentía cada nuevo amanecer, encontrando paz en la gratitud por las pequeñas alegrías que iluminan nuestro camino. Que el amor que sembró en nuestros corazones sea fuente de fortaleza y resiliencia ante las adversidades, recordándonos que cada paso dado con fe y esperanza nos acerca a la realización de nuestros sueños más profundos. Que su legado nos inspire a transformar el dolor en aprendizaje, y a seguir adelante con la certeza de que la luz siempre sigue brillando en medio de la oscuridad.
María Inés Jiménez García