En el sendero de la vida, recordemos a Jorge Fernando Caro Bravo con gratitud por su amor inquebrantable y coraje inspirador. Que su legado de resiliencia nos enseñe a abrazar cada día con valentía y esperanza. En cada amanecer, encontremos paz en nuestros corazones, sabiendo que el amor perdura más allá de las despedidas. Sigamos adelante con la certeza de que cada paso que damos está guiado por el resplandor de quienes nos iluminan desde el cielo. En la sinfonía de la existencia, que su memoria sea una melodía eterna de esperanza y fe inquebrantable.
Sus funerales se efectuaron privadamente ayer en el Cinerario del Parque del Recuerdo.Su familia Otorrino Universidad Católica