En el legado de Guillermo Olguín Aguilera encontramos el coraje para enfrentar las adversidades, la resiliencia para sobreponernos a los desafíos y la gratitud por las lecciones aprendidas en el camino. Que su memoria nos inspire a abrazar el amor incondicional, a cultivar la esperanza en nuestros corazones y a buscar la paz interior en medio de la tormenta. Recordemos siempre que cada desafío es una oportunidad para crecer, cada lágrima derramada es un testimonio de nuestra humanidad y cada paso dado con fe nos acerca un poco más a la luz.
Sus funerales se efectuaron el pasado viernes 7 de junio en el Cinerario del Cementerio Parque del Recuerdo.