En el silencio de los recuerdos, florece la semilla del amor eterno, guiándonos con humildad por el sendero de la esperanza, donde el alma encuentra serenidad en cada suspiro. Que la luz de tu memoria brille siempre en nuestros corazones, recordándonos la belleza de vivir con gratitud y compasión. En el legado de tu existencia, encontramos fuerza para seguir adelante, abrazando cada día con valentía y fe en un futuro lleno de amor y esperanza.