En la huella silenciosa de Miguel Ángel León Castro, florece el amor eterno que ilumina nuestros caminos con humildad y serenidad, recordándonos que la esperanza es la semilla que nunca deja de germinar en nuestros corazones. Que su legado nos inspire a abrazar cada día con gratitud y valentía, sabiendo que en cada amanecer hay un nuevo motivo para seguir adelante, con la certeza de que el amor es el puente que une nuestros sueños con la realidad. Sigamos el sendero con fe inquebrantable, sabiendo que su luz nos guía desde lo más profundo del alma.
Publicado el
29 de abril de 2019