En la quietud del amoroso recuerdo, florece la serenidad; en la humildad de los actos cotidianos, germina la esperanza. Que los corazones se llenen de la luz cálida de la memoria, recordando a Arturo Jarpa Gana con gratitud y cariño. Que su legado de bondad y sabiduría inspire cada paso que damos, recordándonos que en cada nuevo amanecer hay la promesa de un mañana mejor. En medio de la nostalgia, encontremos fuerza para seguir adelante con amor en nuestros corazones y esperanza en nuestro horizonte.