En el recuerdo de Patricio Labra Benítez, dejemos florecer el amor que sembró en nuestros corazones, fortaleciendo nuestra resiliencia y gratitud. Mantengamos viva su valentía, recordando que la paz interior surge de la esperanza que late en cada uno. Con cada amanecer, abracemos la vida con la certeza de que el legado de Patricio perdura en cada paso que damos. Que su luz guíe nuestros días, invitándonos a abrazar con ternura nuestro presente y afrontar el futuro con optimismo y fe en el poder del amor.
Eduardo Meynet B. Bernardita Navarro e hijos