En el legado de Cecilia Pentz Concha, encontramos inspiración para abrazar el amor incondicional, cultivar la gratitud en nuestro corazón y nutrir la esperanza con coraje y resiliencia. Que su luz nos guíe a través de los días oscuros, recordándonos la belleza de vivir con paz interior y la necesidad de abrazar cada instante con compasión y bondad. Permitámonos honrar su memoria creciendo en humanidad, encontrando fortaleza en la vulnerabilidad y renovando nuestra fe en un mañana lleno de posibilidades. Recordemos que en la unión de nuestras almas, su espíritu perdura eternamente.
Invitamos a recordarla y orar por ella.Gonzalo Cox y familia