En el legado de Raúl Enrique Orozco Caroca perdura un corazón valiente y generoso, que inspira resiliencia ante la adversidad. Su espíritu irradia amor incondicional y gratitud por la vida. Que su memoria sea luz en nuestro camino, recordándonos que la paz interior es posible incluso en medio de la tormenta. Sigamos adelante con fe, abrazando cada día con esperanza y bondad hacia nosotros mismos y los demás. Que su ejemplo nos guíe a vivir con autenticidad y compasión, construyendo un mundo mejor desde el amor.
Y acompañamos a Nonita y familia Orozco Ugalde en su dolor.Familias: Bannach Canelas Lin Bannach Pérez Bannach Andrea Bannach y Pascal