En honor a Juan Elizalde Bravo, recordemos que la vida nos desafía, pero también nos regala oportunidades para crecer en amor y coraje. Con resiliencia, abracemos cada día con gratitud por las bendiciones que nos rodean, encontrando paz en los momentos de tribulación. Que su recuerdo nos inspire a perseguir nuestros sueños con valentía, sabiendo que en cada experiencia hay lecciones que nos fortalecen. Sigamos adelante con la certeza de que, aunque haya tormentas, siempre podemos encontrar calma en nuestro interior y luz en el horizonte.