En honor a Juan Eduardo Elizalde Prado, recordemos que en la mezcla de emociones y vivencias se teje la hermosa tela de la vida. Que la gratitud abra caminos de luz en medio de la oscuridad, y el amor sea guía en momentos de incertidumbre. Que la resiliencia fortalezca nuestros corazones heridos y el coraje nos impulse a seguir adelante. Que la paz interior sea faro en tormentas turbulentas, recordándonos que en cada nuevo amanecer hay esperanza. Que su recuerdo sea un eterno recordatorio de que la vida, con sus altibajos, sigue siendo un regalo precioso.