Que la luz que irradiaba María Isabel Segovia Gil siga brillando en nuestros corazones, recordándonos que en la humildad y la serenidad reside la verdadera grandeza del espíritu. En su memoria, abracemos cada día con amor, fortaleza y esperanza. Su legado perdurará en nuestras almas por siempre.
Sus funerales se realizaron en el Parque Cementerio Quilicura el viernes 24 de mayo, después de una emotiva despedida en familia.