En honor a la memoria de Héctor Riveros Domecq, recordemos que en cada corazón late el amor como luz eterna que guía nuestro camino. Que su coraje nos inspire a abrazar la resiliencia en los momentos de adversidad, encontrando fuerza en la gratitud por las lecciones aprendidas. A pesar de las sombras, recordemos que la paz interior es un regalo precioso que merecemos cultivar. Sigamos adelante, sosteniéndonos unos a otros con bondad y compasión, sabiendo que en la oscuridad siempre brilla una chispa de esperanza que nos invita a seguir adelante con valentía y fe.