En la memoria de Felipe Cueto Plaza, recordemos que el amor, la gratitud y la resiliencia son nuestras armas de luz. Que su coraje nos inspire a abrazar la vida con valentía, agradeciendo cada instante como un regalo. En medio del dolor, busquemos la calma que solo la paz interior puede brindar. Que su recuerdo nos enseñe que, incluso en la oscuridad, siempre hay un destello de esperanza que ilumina nuestro camino. Sigamos adelante con el corazón lleno de amor y la mente llena de sueños, honrando su memoria con cada paso que damos.