En el legado de Humberto Arturo Correa Figuerola, recordemos que el amor y la gratitud son faros de luz que guían nuestro camino. En su honor, abracemos la vida con valentía y compasión, siendo pilares de resiliencia y esperanza. Que en cada amanecer encontremos paz en nuestros corazones, y en cada caída, la fuerza para levantarnos con determinación. Que su memoria inspire en nosotros la capacidad de amar incondicionalmente, de enfrentar desafíos con coraje, y de cultivar la esperanza en cada paso que damos. Que cada suspiro sea un recordatorio de que la vida es un regalo precioso que merece ser vivido plenamente.
Sus funerales se realizaron en el Cementerio Parque Santiago el 21 de septiembre.Jorge Lizama Harder