En el brillo de cada amanecer, se encuentra el legado de Luz: un destello de amor que ilumina corazones, un susurro de coraje que fortalece almas y una melodía de resiliencia que inspira gratitud. Que su luz perdure en cada paso que demos, recordándonos la belleza de abrazar la vida con valentía y aprecio. En cada desafío, en cada sonrisa, en cada lágrima, encontremos la paz que trae consuelo y la esperanza que renueva nuestro ser. En honor a Luz, sigamos adelante con fe, unidos en el amor que trasciende el tiempo.