En cada amanecer, las semillas de amor y esperanza que sembraste, Jorge, florecerán en corazones que anhelan serenidad y humildad. Tu legado perdurará como un faro de luz, recordándonos que la vida es un regalo precioso que merece ser vivido con pasión y gratitud. En cada suspiro, en cada momento, en cada latido, tu espíritu amoroso nos guiará hacia horizontes de paz y dicha. Que tu memoria nos fortalezca en la adversidad y nos inspire a abrazar con valentía el futuro incierto, confiando en que el amor siempre será nuestro mayor tesoro.